Entrevista al autor de “Historia de la Literatura Araboislámica” y fundador del Museo de Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Islam de Estambul.
El Prof. Dr. Fuat Sezgin: Una vida dedicada a la investigación de los 800 años de historia de descubrimientos científicos realizados en el mundo islámico. Partió del objetivo de revelar los verdaderos acontecimientos referentes a las ciencias en el Islam y, actualmente, es considerada la mayor autoridad en vida en el terreno de la historia de las ciencias. En el presente, está llevando a cabo su investigación en la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt. Su obra más extensa, de la que actualmente está preparando el volumen décimo octavo, es laHistoria de la Literatura Araboislámica (Geschichte des Arabischen Schrifttums): un estudio sobre el Islam, que aborda una amplia variedad de temáticas que van desde la religión y la historia de la literatura a la geografía y la cartografía. El Prof. Sezgin fundó el Instituto para la Historia de las Ciencias Araboislámicas en Frankfurt en 1982, por el que obtuvo el premio Fundación para la Ciencia islámica Rey Faisal. Sobre la base de este modelo, fundó el Museo de Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Islam de Estambul. El Prof. Sezgin comparte aquí sus puntos de vista sobre la historia de la ciencia islámica y sobre el museo que él mismo ha fundado. Según él, las ciencias islámicas han contribuido de manera decisiva al surgimiento de lo que llamamos hoy la ciencia moderna con su punto de partida en los siglos XV y XVI en Europa.
¿Por qué es tan importante para nosotros saber acerca de la historia de la ciencia?
La historia de las ciencias podría ser una suntuosidad para alemanes y británicos, pero no debería serlo para los musulmanes. Especialmente para los turcos, es tan vital como el oxígeno. Hacia finales del siglo XVI y principios del XVII, los musulmanes comenzaron a olvidar sus logros pasados y a considerarse inferiores frente a los logros y avances de los europeos. Este comportamiento se prolongó durante 500 años. Del mismo modo, los europeos pasaron por alto la fuente de su éxito y comenzaron a sentirse superiores. Mientras que en el siglo X, las ciencias, los libros y los modelos comenzaron a extenderse poco a poco al mundo a través de un país musulmán como la España de entonces (Al-Andalus) . El objeto de mi investigación es corregir este error histórico y arrojar luz sobre la verdad.
¿Qué le hizo a usted poner en marcha la fundación del Museo de Estambul para la Ciencia y la Tecnología Islámica?
La historia de la cultura islámica necesita ser explicada a la luz de nuestro patrimonio cultural a través de la historia de las ciencias en general. Yo era capaz de lograr esto escribiendo, pero sigo pensando que debe haber otra manera de compartir este saber con el mundo. Debo señalar que nunca tuve la intención de modificar y nunca alteré la verdad de los acontecimientos. Escribí un libro sobre esta materia y me di cuenta de que los musulmanes y muchas otras civilizaciones, cada cual avanzó a su manera a través de diferentes etapas de la tecnología. Hoy en día, las personas no son conscientes de la mayor parte de estos desarrollos. Por ejemplo, hice mención de los progresos realizados en la época de los Karamanids en mi capítulo sobre los selyúcidas. Por el momento, estoy escribiendo el volumen XVIII. Los progresos y avances tecnológicos que no he referido en mi libro porque sólo pueden ser sacados a la luz mediante artilugios e instrumentos científicos, pueden ser revelados a través de los museos.
Usted menciona en su libro que "La historia de las ciencias es un patrimonio común de la humanidad." ¿Podría explicar esto un poco más?
Las ciencias no surgen de la nada, por el contrario, son la consecuencia de un largo proceso. El gran historiador de la ciencia austriaco, Otto Eduard Neugebauer, quien falleció a la edad de 93 años, dijo haber afrontado una seria oposición al inicializar la tesis de que los griegos no constituyeron, de hecho, la raíz de la ciencia, sino una etapa intermedia. Neugebauer estudió especialmente la cultura babilónica y demostró que estas poblaciones habían logrado grandes avances en materia de ciencia mucho antes de los griegos. Conseguir que la gente aceptara esto fue una tarea difícil. El hecho es que las ciencias tienen un pasado de al menos 2500 años anteriores a los griegos y yo personalmente creo que es un período mucho más largo, diría que unos 2.500 años más podrían ser añadidos. Esto es lo que me refería al decir "las Ciencias son patrimonio común de la humanidad". Ni los europeos ni los musulmanes ni los griegos descubrieron la ciencia partiendo de cero.
¿Podría ponernos un ejemplo?
Por ejemplo, en matemáticas, el álgebra se transmitió de los persas a los griegos y de ellos a los árabes. Hacia el final del siglo II después de la Hégira, los musulmanes comenzaron a resolver ecuaciones de segundo grado. El erudito árabe al-Juarismi fue capaz de resolver una ecuación cúbica propuesta por Arquímedes. Al final del siglo IV y comienzo del V, un científico llamado Ibn al-Haytham fue capaz de formular una ecuación de cuarto grado y resolverla. Esta continuidad es de suma importancia.
Desde la antigüedad hasta los griegos, uno llega a preguntarse cómo la ciencia experimentó semejante progreso después de la advenimiento del Islam.
En la práctica, con los griegos las ciencias habían llegado a un punto muerto, lo que podríamos llamar una fase de contracción. Todavía se llegaron a hacer pequeños descubrimientos. En los siglos VI y VII, fue adoptada una nueva línea de acción para prender de nuevo la mecha. En otras palabras, las ciencias estaban en condiciones de presenciar un nuevo avance, pero se necesitaban nuevos elementos para su materialización. Este fue el rol jugado por el Islam mediante la unión de los científicos. Las personas pertenecientes a otras culturas confluyeron en el mundo del Islam. En este, encontraron motivos auspiciosos y comenzaron a trabajar juntos. En particular, los gobernadores y dirigentes del Estado omeya y abbasí indistintamente recibían a estos científicos en sus palacios y creaban condiciones favorables para que pudieran dedicarse a investigar y desarrollar la ciencia.
Se han realizado increibles progresos desde entonces hasta el presente. ¿Fueron estos científicos conscientes de la importancia de lo que estaban logrando?
Sí, el entusiasmo estaba ahí. Los nombres a los que he hecho alusión, así como aquellos que no han sido mencionados, todos mostraron evidencia de ello. Durante su elección para dirigir el rectorado de la Universidad de Erlangen, un físico e historiador de la ciencia holandés, llamado Wiedermann, pronunció un discurso sobre la forma de trabajar y desarrollar nuevos instrumentos de los musulmanes. Según él, los científicos griegos mostraron un principio y un fin en sus estudios, pero los detalles sobre los métodos utilizados no fueron visibilizados por ellos. Mientras que al investigar sobre los científicos y descubridores musulmanes, se dio cuenta de que cada fase y cada paso ejecutado se explicaba en detalle, incluso la emoción experimentada en ese momento. Este es un hecho precioso.
¿Ve usted la diferencia entre la percepción de la ciencia en aquel tiempo y en el nuestro?
La historia de la ciencia está evolucionando y con ella la noción de ciencia. Sin embargo, los fundamentos de la ciencia siguen siendo los mismos. A pesar de que la ciencia es una percepción en constante renovación, conceptos que fueron descubiertos hace mucho continuan siendo tan importantes como la ciencia misma. Podemos entender el valor otorgado a la ciencia a través de las obras de hoy día en el campo de la historia de la ciencia. Por ejemplo, un pofesor en la Universidad de Yale, dijo que la ciencia no habría sido tan fascinante y productiva si los científicos de la antigüedad sólo se hubieran ocupado de ella con fines materialistas.
Finalmente, ¿podría hablar del Instituto de Ciencias Islámicas que está planeando instituir en Estambul?
Por encima de todo, nuestra primera preocupación es el instructor, en segundo lugar el libro. En cuanto al libro, Estambul es una de las ciudades más ricas en materia de escrituras árabes. Por desgracia, muy pocas personas saben leer y escribir este idioma. Además, uno de los libros más ricos en conocimiento sobre la historia islámica es también el volumen de Historia de las Religiones y aún no ha llegado al público turco. La segunda cuestión es encontrar un instructor. En la actualidad, hay dos nombres importantes en este campo: el Dr. Detlev Quintern y el Dr. Peter Starr. Una vez resuelto, estos dos factores responderán a un gran propósito y permitirán que Estambul adquiera un valioso establecimiento.
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