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lunes, 27 de enero de 2014

La generosidad en el Islam

 

El Islam considera una extraordinaria virtud y un gran mérito la generosidad, la ayuda y el apoyo para con los más necesitados y los que sufren grandes dificultades.

 

El Islam considera una extraordinaria virtud y un gran mérito la generosidad, la ayuda y el apoyo para con los más necesitados y  los que sufren grandes dificultades.
Dice Allah en el Corán: "Y los que dan limosna en el día y en la noche, en secreto y en público encontrarán recompensa junto a Allah, no tendrán miedo y no se entristecerán" (2:273).
Dijo el Profeta (s.a.w.):  "Oh hijo de Adam, si te esfuerzas al máximo  para dar de lo bueno, es mejor para ti, y si te obcecas en guardarlo y esconderlo es peor para ti. Allah no se enoja con aquel cuya riqueza es para él y su familia si no tiene nada más para ofrecer. Empezad con la gente cercana a vosotros y con la que sois responsable (esposa, hijos y demás familia), después los vecinos, y la gente más lejana. Y la mano que está encima es mejor que la que está debajo. La mano que da es mejor que la que recibe. La mano del que da, es la de aquel que da de la riqueza que se ha ganado con su trabajo, su sudor y con su honor".
Dice Allah: "Debes de dar a tus familiares, a los hijos del camino y a los pobres sus derechos y no despilfarres tu riqueza , porque la gente que malgasta mucho sus riquezas son los hermanos de los demonios" (17:26).
Dijo el Profeta (s.a.w.): "el generoso está cerca de Allah, cerca de la gente, cerca del Paraíso y lejos del fuego. Y el tacaño está lejos de Allah, lejos de la gente, lejos del Paraíso y cerca del fuego. Un ignorante generoso es más amado por Allah que un adorador de Allah tacaño".
La solidaridad es la base de los pueblos. A partir de la colaboración se refuerzan y se estrechan los lazos entre las personas. Así se encuentra al rico que toma la mano del pobre. La separación diluye o disuelve las relaciones, y con esto la gente se vuelve avariciosa. Con la colaboración se cortan las raíces que dan pie a la avaricia, a los rencores y al amor enfermizo a uno mismo.
Dice Allah: "Estos sois vosotros: Estáis llamados a gastar en el camino de Allah. De entre vosotros los hay que se resisten, pero el que es avaro, no lo es sino para sí mismo. Allah es el Rico y vosotros sois los necesitados: si os apartáis, os remplazará con otra gente y no serán como vosotros"(Sura Mohammed: 39).
La pobreza deja una marca de humillación en la cara y de bajo valor, provoca o causa molestia y un concepto de poca honestidad. Quien no mira al pobre o al necesitado, que lleva ropa rota, o que está descalzado, ni quien tampoco realiza buenas acciones ni colabora con el pobre, no posee corazón ni conciencia.
Según Yarir: "Estuvimos en casa del Mensajero de Allah (s.a.w.) y le vino una tribu en un estado de pobreza grave, cuando les vio su cara se puso de mal humor, ordenó a Bilal que hiciera el adhan, y efectuó la oración y luego hizo un discurso: el hombre tiene que dar limosna de su dinero, de su ropa, del trigo que tenga su recipiente, del dátil que tenga su plato… y así hasta la mitad de un dátil".
Después de este suceso, empezaron los musulmanes a ofrecer su ayuda hasta que la cara del Profeta se volvió de buen humor. 
Dice Allah: "Di: si fuerais vosotros los dueños de las despensas de la Misericordia de mi Señor, la retendríais con avaricia por temor a gastar. El hombre es avaro". (17: 100).
Dijo el Profeta (s.a.w.): "El hombre o el siervo siempre dicen mi dinero, mi dinero, pero qué tiene el hombre además de la comida que come y luego se va, y lo que viste y luego se estropea, y lo que da de limosna y lo encontrará junto a Allah?"

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