Ibrahim caminó a través de tierras cultivadas, desiertos y montañas hasta que alcanzó el desierto de la Península Arábiga y llegó a un valle desértico, sin frutas, sin árboles, sin comida, sin agua. No había en el valle signo de vida. Una vez que Ibrahim ayudó a su esposa e hijo a desmontar, les dejó con una pequeña cantidad de alimento y agua que serviría escasamente para dos días. Se dio la vuelta y se alejó caminando. Su esposa fue presurosamente tras él diciendo: "¿A dónde vas, Ibrahim, dejándonos en este valle árido?".
Ibrahim no le respondió, sino que continuó caminando. Ella repitió de nuevo lo que había dicho, pero él continuó en silencio. Finalmente, ella se dio cuenta de que él no estaba actuando por iniciativa propia. Comprendió que Allah le había ordenado hacer aquello. Le preguntó: "¿Allah te ordenó hacer esto?". Él respondió: "Sí". Entonces, su extraordinaria mujer dijo: "No estaremos perdidos, pues Allah, que te lo ha ordenado, está con nosotros".
Ibrahim invocó a Allah, el Poderoso, diciendo:
"¡Señor nuestro! He hecho habitar a parte de mi descendencia en un valle desértico, junto a tu Casa Inviolable; ¡Señor nuestro! ¡Que puedan establecer la Oración!; así pues haz que los corazones de la gente se vuelquen hacia ellos y provéeles de fruto para que puedan ser agradecidos. ¡Señor nuestro! Tú conoces lo que escondemos y lo que manifestamos. No hay nada que pase desapercibido para Allah ni en la tierra ni en el cielo" (20).
Ibn Abbas narró: "La primera mujer en usar un cinto fue la madre de Isma'il. Usaba un cinto de manera que pudiera ocultar sus huellas de Sarah (al arrastrarlo). Ibrahim le llevó a ella y a su hijo Isma'il, mientras ella lo estaba amamantando, a una zona cerca de la Ka'ba bajo un árbol, en el lugar de Zam-zam, al lugar más alto en la mezquita. Por esos días no había nadie en la Mecca, y tampoco había agua, por lo que les hizo sentar y les puso cerca una bolsa de cuero con algunos dátiles y un pequeño recipiente de agua hecho de piel con algo de agua, y se embarcó hacia casa. La madre de Isma'il le siguió, diciéndole: '¡Oh Ibrahim!, ¿a dónde vas dejándonos en este valle en el que no hay nadie cuya compañía podamos tener, ni hay nada (de que disfrutar)' Se lo repitió varias veces, pero él no se volvía a mirarla. Entonces le preguntó: 'Allah te ha ordenado hacer esto?' Él dijo: 'Sí'. Ella dijo: 'Entonces él no nos descuidará', y regresó, mientras Ibrahim proseguía su camino. Al llegar el Thaniya, donde ellos no podían verle, miró hacia la Ka'ba y elevando ambas manos, invocó a Allah diciendo las siguientes oraciones:
"¡Señor nuestro! He hecho habitar a parte de mi descendencia en un valle desértico, junto a tu Casa Inviolable; ¡Señor nuestro! ¡Que puedan establecer la Oración!; así pues haz que los corazones de la gente se vuelquen hacia ellos y provéeles de fruto para que puedan ser agradecidos. ¡Señor nuestro! Tú conoces lo que escondemos y lo que manifestamos. No hay nada que pase desapercibido para Allah ni en la tierra ni en el cielo" (21).
La narración de Ibn Abbas continúa diciendo: "La madre de Isma'il fue a amamantarle, y consumió el agua (que tenía). Cuando el agua del recipiente ya se había agotado, ella y su hijo se encontraron sedientos. Ella miraba a Isma'il que se agitaba en la agonía. Le dejó, pues no podía soportar verle así, y vio que la montaña de As-Safa era la montaña que estaba más cerca en esa tierra. Se plantó en su cima y empezó a mirar agudamente hacia el valle a fin de ver a alguien, pero no pudo ver a nadie. Entonces descendió de As-Safa y al alcanzar el valle, se recogió la túnica y empezó a correr por el valle como una persona angustiada, en peligro, hasta que cruzó el valle y llegó a la montaña de Al-Marwa. Paró allí, y se puso a observar, esperando encontrar a alguien, pero no encontró a nadie. Repitió eso (el correr entre Safa y Marwa) siete veces".
El Profeta Muhammad, que la bendición y la paz de Allah sean con él, dijo: "Éste es el origen de la tradición del Sa'y (22), de que las gentes vayan entre ambos (es decir, Safa y Marwa)". Cuando ella alcanzó Al-Marwa (la última vez) escuchó una voz y se dijo a sí misma que debía estar quieta y escuchar atentamente. Escuchó la voz nuevamente y dijo: '¡Oh, (quien quiera que seas)! Me has hecho escuchar tu voz; ¿tienes algo para ayudarme?'. Y vió un ángel en el Zam-zam, cavando la tierra con su tacon (o con su ala) hasta que el agua brotó de ese lugar. Ella empezó a hacer algo así como un dique alrededor, con su propia mano, y empezó a llenar su cuenco de piel con sus manos, y el agua seguía saliendo y saliendo después de que había terminado de vaciar parte del agua".
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, añadió: "¡Que Allah conceda su misericordia a la madre de Isma'il! Si ella hubiera dejado al Zam-zam que fluya sin tratar de controlarla, sería una corriente que fluiría sobre la faz de la tierra".
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, continuó: "Entonces ella bebió (el agua) y dio de mamar al niño. El ángel le dijo: 'No temas ser abandonada, ya que ésta es la Casa de Allah que será construida por este niño y por su padre, y Allah nunca abandona a su gente'. La Casa (es decir, la Ka'ba) estaba en ese tiempo en un lugar elevado, y parecía un montículo, y cuando llegaban las corrientes, fluían por la derecha y la izquierda".
"Ella vivió así hasta que una gente de la tribu de Jurhum o una familia de Jurhum pasaron cerca de donde se encontraban, toda vez que (la gente de Jurhum) venían por el camino de Kada'. Se asentaron en la parte más baja de la Mecca, donde vieron a un ave que suele volar alrededor del agua, sin separarse de allí. Ellos dijeron: 'Este pájaro debe estar sobrevolando alrededor del agua, aunque sabemos que no hay agua en este valle'. Enviaron a uno o dos mandaderos que descubrieron la fuente del agua y regresaron a informarles acerca de la misma. Entonces todos partieron (hacia allí). La madre de Isma'il estaba sentada cerca al agua. Le preguntaron: '¿Nos permites morar contigo?' Ella respondió: 'Sí, pero no tendrán derecho de poseer el agua'. Ellos estuvieron de acuerdo. La madre de Isma'il estaba muy complacida con toda esta situación, ya que le agradaba mucho la compañía de la gente. Así, ellos se establecieron allí, y luego mandaron por sus familias, que vinieron y se establecieron allí con ellos, de manera que algunas familias se convirtieron en residentes permanentes en dicho lugar. El niño (es decir, Isma'il) creció y aprendió el árabe de ellos, y sus virtudes provocaron el amor y la admiración hacia él a medida que crecía, y cuando alcanzó la edad de la pubertad, le dieron por esposa a una mujer de entre ellos".
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, prosiguió: "Después de la muerte de Hajar y después del matrimonio de Isma'il, Ibrahim vino para visitar a su familia, a la que tanto tiempo atrás había dejado allí. Sin embargo, no encontró a Isma'il allí. Cuando le preguntó a la esposa de Isma'il acerca de éste, ella le dijo: 'Él ha ido a cazar, en busca de nuestro sustento'. Entonces él le preguntó acerca de su modo de vivir y de su condición, y ella le respondió: 'Estamos viviendo en la miseria; vivimos en la dificultad y la indigencia'. Él dijo: 'Cuando tu esposo regrese, transmítele mis saludos y dile que cambie el escalon de la puerta (de su casa)'".
"Cuando Isma'il vino, parecía haber percibido algo inusual, por lo que preguntó a su esposa: '¿Alguien te ha visitado?'. Ella le dijo: 'Sí, un anciano de tal y tal descripción vino y me preguntó por ti, le informé al respecto y me preguntó acerca de nuestra condición de vida, y le dije que estábamos viviendo en la dificultad y la indigencia'. En eso, Isma'il dijo: '¿Te avisó acerca de algo?'. Ella dijo: 'Sí, me dijo que te transmitiera sus saludos y que te dijera que cambiaras el escalón de tu puerta'. Isma'il dijo: 'Era mi padre, y me ha ordenado que te divorcie. Anda de regreso a tu familia. Así, Isma'il la divorció y se casó con otra mujer de entre ellos (es decir, los Jurhum)".
"Luego Ibrahim permaneció lejos de ellos por un período tan largo como Allah quiso y entonces preguntó de nuevo por ellos pero no encontró a Isma'il. Entonces fue donde la esposa de Isma'il y le preguntó acerca de él. Ella dijo: 'Ha ido en busca de nuestro sustento'. Ibrahim le preguntó: '¿Cómo les está yendo?', preguntándole acerca de su sustento y condición de vida. Ella respondió: 'Somos prósperos y estamos acomodados (es decir, tenemos todo en abundancia)'. Entonces ella agradeció a Allah. Ibrahim dijo: '¿Qué clase de comida comen?'. Ella dijo: 'Carne'. Dijo él: '¿Qué es lo que beben?'. Ella respondió: 'Agua'. Él dijo: '¿Oh Allah! Bendice su comida y su bebida'".
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, añadió: "En aquel entonces ellos no tenían granos, y si los hubieran tenido, de todas maneras él habría invocado a Allah que los bendiga. Si alguien tiene sólo estas dos cosas como su sustento, su salud y su estado se afectarán negativamente, a no ser que viva en la Mecca".
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, siguió así: "Entonces Ibrahim le dijo a la esposa de Isma'il: 'Cuando venga tu esposo, dale mis saludos y dile que cuide con esmero el escalón de su puerta'. Cuando Isma'il regresó, le preguntó a su esposa: '¿Alguien preguntó por ti?'. Ella respondió: 'Sí, un hombre de edad de buen aspecto vino hacia mi'. Entonces ella ensalzó a ese hombre y continuó: 'Me preguntó acerca de ti y le respondí, y me preguntó acerca de nuestro sustento y le dije que estábamos en una buena condición'. Isma'il le preguntó: '¿Te aconsejó acerca de algo?'. Ella dijo: 'Sí, me dijo que te diera sus respetos y ordenó que debías cuidar esmeradamente el escalón de tu puerta'. En eso, Isma'il dijo: 'Ése era mi padre, y tú eres la entrada (de la puerta). Me ha ordenado que te mantenga conmigo'".
"Entonces Ibrahim permaneció lejos de ellos por un período de tiempo tan largo como Allah quiso y preguntó luego por ellos. Vio a Isma'il bajo un árbol cerca de Zam-zam, afilando sus flechas".
"Cuando éste vio a Ibrahim, se levantó para darle la bienvenida (y se saludaron uno a otro como el padre con su hijo y el hijo con su padre). Ibrahim dijo: '¡Oh Isma'il! Allah me ha dado una orden'. Isma'il dijo: 'Haz lo que tu Señor te ha ordenado que hagas'. Ibrahim preguntó: '¿Me ayudarás?' Isma'il dijo: 'Te ayudaré'. Ibrahim dijo: 'Allah me ha ordenado que construya una casa aquí', señalando a un promontorio más alto que la tierra que le rodeaba."
"Entonces ellos levantaron las bases de la Casa (es decir, la Ka'ba). Isma'il traía las piedras mientras que Ibrahim construía, y cuando las paredes ya estaban altas, Isma'il trajo esta piedra y la colocó para Ibrahim, quien se paró sobre ella y prosiguió la construcción. A la par, Isma'il le tendía las piedras y ambos decían:
"¡Señor nuestro, acepta esto (este servicio) de nosotros! Tú eres Quien oye, Quien sabe" (23).
El Profeta, que la bendición y la paz de Allah sea con él, añadió: "Entonces ambos fueron a la construcción y dando vueltas alrededor de la Ka'ba decían: '¡Señor nuestro, acepta esto (este servicio) de nosotros! Tú eres Quien oye, Quien sabe' (24).
Ibn Abbas narró una versión ligeramente diferente: "Cuando Ibrahim tuvo discrepancias con su esposa (por sus celos de Hajar, la esposa de Ibrahim), tomó consigo a Isma'il y a su madre y se fue. Tenían consigo un recipiente de piel con algo de agua. La madre de Isma'il solía beber agua de ese recipiente a fin de que tuviera más leche para su hijo. Cuando Ibrahim llegó a la Mecca, la hizo sentarse bajo un árbol y luego regresó a casa".
"La madre de Isma'il le siguió, y cuando llegaron a Kada' ella le dijo desde atrás: '¡Oh Ibrahim! ¿En manos de quien nos dejas?'. Él respondió: '(los estoy dejando) Al cuidado de Allah'. Ella dijo: 'Estoy contenta de estar con Allah'. Regresó a su lugar y se puso a beber agua del recipiente, así que la leche para su hijo aumentó".
"Cuando se había agotado el agua, se dijo a sí misma: 'Sería mejor que fuera y mirara a ver si encuentro a alguien'. Ascendió a la montaña de As-Safa y observó, esperando encontrar a alguien, pero fue en vano. Cuando regresó al valle, corrió hasta que llegó a la montaña de Al-Marwa. Corrió de un lado a otro (entre las dos montañas) varias veces. Entonces se dijo a sí misma: 'Sería mejor que regrese y mire cómo está mi hijo'. Mas repentinamente escuchó una voz, y le dijo a esa voz extraña: 'Ayúdanos si nos puedes dar algo de ayuda'. ¡Ah! Ése era Gabriel (el de la voz). Golpeó la tierra con su talón así (Ibn Abbas golpeó la tierra con su talón para ilustrarlo) y salió a chorros. La madre de Isma'il estaba asombrada y empezó a cavar".
Abu Al-Qasim, es decir el Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, dijo: "Si hubiera dejado al agua (que fluyera naturalmente sin su intervención), habría estado fluyendo sobre la faz de la tierra".
Ibn Abbas continuó narrando: "La madre de Isma'il se puso a beber el agua, y aumentó así la leche para su hijo. Luego de ello alguna gente de la tribu de Jurhum vieron algunas aves mientras pasaban por el fondo del valle, lo cual les asombró.
Dijeron: 'Las aves sólo pueden encontrarse en un lugar en el que hay agua'. Enviaron a un mandadero que exploró el lugar y encontró el agua, y regresó informándoles al respecto. Entonces todos fueron hacia ella y dijeron: '¡Oh madre de Isma'il! ¿Nos permites permanecer contigo (o residir contigo)?'. (Y así, se quedaron allí)".
"Con el tiempo su niño alcanzó la edad de la pubertad y se casó con una mujer de ellos. Entonces se le ocurrió una idea a Ibrahim que se la dijo a su esposa (Sarah). 'Quiero visitar a las personas a mi cargo que dejé (en Mecca)'. Cuando llegó allí, dio saludos (a la esposa de Isma'il) y dijo: '¿Dónde está Isma'il?'. Ella respondió: 'Se ha ido a cazar?. Ibrahim le dijo: 'Cuando venga, dile que cambie la entrada de su puerta'. Cuando Isma'il vino, ella le dijo eso, ante lo cual él le dijo: 'Tú eres la entrada, así que ándate con tu familia (es decir, te divorcio)'".
"Ibrahim pensó otra vez en visitar a las personas a su cargo que había dejado (en Mecca), y le comentó a su esposa (Sarah) su propósito. Ibrahim llegó a la casa de Isma'il y preguntó: '¿Dónde está Isma'il'? La esposa de Isma'il respondió: 'Se ha ido a cazar', y a continuación añadió: '¿Se quedará (algún tiempo) para que coma y beba algo?' Ibrahim preguntó: '¿Cuál es su comida y cuál es su bebida?'. Ella respondió: 'Nuestra comida es carne y nuestra bebida es agua'. Él dijo: '¡Oh Allah! Bendice su alimento y su bebida'."
Abu Al-Qasim, es decir el Profeta, que la bendición y la paz de Allah sean con él, dijo: "En virtud de la invocación de Ibrahim es que hay bendiciones (en la Mecca)".
Ibn 'Abbas continuó: "Una vez más, Ibrahim quiso visitar a su familia que había dejado (en la Mecca), así que le dijo a su esposa (Sarah) lo que había decidido. Fue y encontró a Isma'il detrás de la fuente de Zam-zam, componiendo sus flechas. Él dijo: 'Oh Isma'il, tu Señor me ha ordenado que construya una casa para Él'. Isma'il le dijo: 'Obedece a tu Señor'. Ibrahim dijo: 'Allah también me ha ordenado que me ayudes en ello'. Isma'il dijo: 'Entonces lo haré'. Por ende, ambos se levantaron e Ibrahim empezó a construir (la Ka'ba) mientras Isma'il le pasaba las piedras, y ambos decían:
"¡Señor nuestro, acepta esto (este servicio) de nosotros! Tú eres Quien oye, Quien sabe" (25).
Cuando la construcción ya era elevada y el hombre anciano (es decir, Ibrahim) ya no podía levantar más las piedras (a esa altura), se paró sobre la piedra de Al-Maqam e Isma'il continuó pasándole las piedras, y ambos decían:"¡Señor nuestro, acepta esto (este servicio) de nosotros! Tú eres Quien oye, Quien sabe".
Allah, el Poderoso, nos contó de la aflicción de Ibrahim con su amado hijo:
"Y dijo (luego de ser rescatado del fuego): Me voy hacia mi Señor, Él me guiará. ¿Señor mío! Concédeme una descendencia de justos. Y le anunciamos un niño que habría de tener buen juicio.
Y cuando éste alcanzó la edad de acompañarle en sus tareas, le dijo: ¡Hijo mío! He visto en sueños que te sacrificaba, considera tu parecer. Dijo: ¡Padre! Haz lo que se te ordena y si Allah quiere, encontrarás en mí a uno de los pacientes.
Y cuando ambos lo habían aceptado con sumisión, lo tumbó boca abajo. Le gritamos: ¡Ibrahim! Ya has confirmado la visión que tuviste. Realmente, así es como recompensamos a los que hacen el bien. Ésta es, de verdad, la prueba evidente. Y lo rescatamos poniendo en su lugar una magnífica ofrenda (es decir, un carnero). Y dejamos su memoria para la posteridad. Paz para Ibrahim. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Él fue uno de Nuestros siervos creyentes". (26)
El tiempo pasó. Un día Ibrahim estaba sentado fuera de su tienda, pensando acerca de su hijo Isma'il y del sacrificio de Allah. Su corazón estaba lleno de temor y amor a Allah por Sus innumerables bendiciones. Una larga lágrima cayó de sus ojos y le recordó a Isma'il.
Al mismo tiempo, tres ángeles descendieron a la tierra: Gabriel, Israphael y Michael. Vinieron en forma humana y saludaron a Ibrahim. Ibrahim se levantó y les dio la bienvenida. Les llevó adentro de su tienda, tomándolos como extranjeros y huéspedes. Les hizo sentar y se aseguró de que estuvieran cómodos, luego se excusó a sí mismo para ir a su gente.
Su esposa Sarah se levantó cuando él entró. Se había vuelto anciana y de cabello blanco. Ibrahim le dijo: 'Tenemos tres extranjeros en la casa". "¿Quiénes son?", preguntó ella. "No sé nada de ellos", respondió Ibrahim. "¿Qué hay de comida?" preguntó Ibrahim. "Medio carnero", dijo ella. "¡Medio carnero! Mata a un gran ternero para ellos. Son extranjeros y nuestros huéspedes", dijo mientras partía.
Los criados asaron y sirvieron el ternero. Ibrahim invitó a los ángeles a comer, y él empezó a comer para alentarlos a ello. Continuó comiendo, pero cuando miró a sus huéspedes para asegurarse de que estaban comiendo, se percató que ninguno había siquiera tocado la comida. Les dijo: "¿No van a comer?" Volvió a comer, y cuando les miró de nuevo vio que aún no comían. Sus manos ni se habían levantado para coger la comida. Empezó a temerles.
El temor de Ibrahim se incrementaba. Los ángeles estaban leyendo sus pensamientos, por lo que uno de ellos dijo: "No tengas miedo". Ibrahim levantó su cabeza y respondió: "Sin duda tengo temor. Les pedí que comieran pero ni siquiera han extendido su manos para comer. ¿Quieren hacerme algún mal?".
Uno de los ángeles sonrió y dijo: "Nosotros no comemos. Somos ángeles de Allah". Entonces uno de ellos se dirigió hacia la esposa de Ibrahim y le dio las buenas noticias acerca de Ishaaq (Isaac).
Allah, el Poderoso, reveló: "Y fueron nuestros mensajeros a Ibrahim a llevarle las buenas noticias y dijeron: Paz, contestó: Paz; y no tardó en venir con un becerro asado. Pero al ver que no tendían sus manos hacia él, le pareció extraño y sintió miedo de ellos. Dijeron: No temas, hemos sido enviados a la gente de Lut. Y su mujer, que estaba de pie, se rió (ya sea porque los mensajeros no comieron su comida o por estar contenta por la destrucción de la gente de Lot) y le anunciamos a Ishaaq y después de Ishaaq a Yaqub. Dijo: ¡Ay de mí! ¿Cómo voy a parir si soy vieja y éste mi marido es un anciano? ¡Realmente esto es algo asombroso! Dijeron: ¿Te asombras del mandato de Allah? ¡Que la misericordia de Allah y Su bendición sean con vosotros, gente de la casa! Cierto que Él es Digno de alabanza, Glorioso!". (27)
(20). Sura 14: 37-38.
(21). Sura 14: 37.
(22). Uno de los ritos del hajj o Peregrinación (a la Mecca).
(23). Sura 2: 127.
(24). Sahih Al-Bukhari.
(25). Sura 2: 127.
(26). Sura 37: 99-111.
(27). Sura 11: 69-73.
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