En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
Ruego a Allah , Generoso y Señor del trono grandioso, que te proteja en esta vida y en la otra, te bendiga donde te encuentres, te facilite ser un siervo agradecido, paciente y arrepentido, ya que estas tres virtudes son motivo de felicidad.
Has de saber, que Allah te guíe hacia Su obediencia, que el monoteísmo es la religión de Abraham, y consiste en adorar solamente a Allah, rindiéndole culto exclusivo. Allah dice:
{No he creado a los genios y a los humanos sino para que me adoren.}[1] (51:56)
Por lo tanto, si sabes que Allah te ha creado para que le adores, has de saber también que la adoración no se considera como tal si no va acompañada de la fe en la unicidad divina, al igual que la oración no es válida si no va acompañada de la purificación o ablución previa. Por consiguiente, si la adoración es empandada por un acto de idolatrita, queda anulada; del mismo modo que la impureza vulnera a la purificación. Si comprendes que los actos de idolatría afectan a la adoración anulándola, echando a perder las obras emprendidas y, que todo aquel que los cometa se convertirá en un eterno morador del Infierno, sabrás entonces que lo más importante que debes conocer es su naturaleza para que Allah te libre de caer en las redes de la idolatría; dice Allah:
{Ciertamente Allah no perdonará que se Le asocie ningún copartícipe a Él; pero perdona todo lo demás a quien El quiere.} (4:116)
Esto se logra con el conocimiento de cuatro normas que Allah menciona en Su Libro.
Primera norma:
Saber que aquellos incrédulos contra los que luchó el Mensajero de Allah, reconocían que Allah era el Creador, el Proveedor, Quien dirige todos los asuntos, pero aún así ello no les hacia musulmanes. Explica Allah:
{Diles: ¿Quién os envía el sustento del cielo y de la tierra? ¿Quién dispone del oído y de la vista? ¿Quién hace surgir al vivo del muerto y al muerto del vivo? ¿Quién dispone todos los asuntos? Responderán: ¡Allah!. Diles, pues: ¿Es que no vais a temerle?} (10:31)
Segunda norma:
Los incrédulos argumentan: “No les imploramos a nuestros ídolos, ni nos dirigimos a ellos más que para acercarnos a Él y obtener la intercesión ante Allah”. Acerca de la cercanía dice Allah:
{Aquellos que toman a otros como protectores [y objeto de adoración] fuera de Él, dicen: Sólo les adoramos para que nos acerquen a Allah [e intercedan por nosotros]. Allah juzgará entre ellos [y los creyentes] sobre lo que discrepan [sobre la unicidad divina y la idolatría]. En verdad Allah no guía a quien es mentiroso e incrédulo.} (39:3)
Y Sobre la intercesión el Allah:
{Adoran, en vez de adorar a Allah, a quien no les perjudica ni les beneficia, y dicen: Estos son nuestros intercesores ante Allah.} (10:18)
La intercesión se subdivide en dos: Una que es totalmente rechazada y otra que es concedida.
La intercesión rechazada es aquella que se solicita a algo o alguien en vez de Allah para aquello que sólo Allah tiene el poder para otorgarlo.
Dice Allah:
{¡Oh creyentes! Gastad en caridades de lo que os hemos proveído antes de que os sobrevenga un día en que no servirán ni comercio, ni amistad, ni intercesión, y los incrédulos son verdaderamente los injustos consigo mismos.} (2:254)
En cuanto a la intercesión que es permitida y concedida, es aquella que se solicita a Allah; siendo el intercesor, entonces, ennoblecido por su acto de interceder, y se beneficia de la intercesión aquel del que Allah está satisfecho de sus actos y palabras. Y todo ello tras la concesión del debido permiso divino, Allah dice:
{¿Quién puede interceder ante Él sino es con su anuencia?}[2] (2:255)
Tercera Norma:
El Profeta surgió entre hombres que practicaban distintos cultos. Entre ellos había quienes adoraban a los Ángeles, otros a los Profetas y personas virtuosas, otros a árboles y piedras, otros al sol y la luna. El Profeta fue ordenado acabar con la sedición (en ocasiones persecución) que estos ejercían con los creyentes monoteístas; dice Allah al respecto:
{Combatidlos [a los idólatras] para que cese la sedición y se rinda culto sólo a Allah.} (8:39)
Respecto al sol y de la luna dice Allah:
{Entre Sus signos están la noche y el día, el sol y la luna; no adoréis al sol ni a la luna prosternándote ante ellos, sino adorad y prosternaos ante Allah [solamente], que es Quien los ha creado, si realmente es a Él a Quien adoráis.} (41:37)
Dice Allah sobre los Ángeles:
{Allah no os ordena que toméis como divinidades a los Ángeles y a los Profetas.}[3] (3:80)
Sobre los Profetas:
{Y cuando dijo Allah: ¡Oh, Jesús, hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a los hombres: ¡Tomadnos a mí y a mi madre como dioses en vez de Allah!? Dijo: ¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo sobre lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, Tú lo sabrías. Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto.} (5:116)
Con relación a las personas virtuosas dice Allah:
{Esos a quienes invocan buscan ellos mismos el medio de acercarse a su Señor, esperan Su misericordia y temen Su castigo} (17:57)
Acerca de los árboles y piedras dice Allah:
{Qué opinas acerca de Al Lát y Al ‘Uzza. Y de la otra, Manát, La tercera [de tres ídolos paganos]?} (53:19-20)
Y el hadíz narrado por Abu Uáqid : “Partimos con el Profeta hacia Hunain cuando recién habíamos abrazado el Islam. Los idólatras adoraban una planta de loto que llamaban Dhatu Anuat donde solían retirarse y colgar en ella sus armas. Pasamos junto a otra planta de loto y le dijimos al Profeta que porqué no tomábamos también otro Dhatu Anuat como los idólatras...”[4]
Cuarta norma:
Quienes asocian copartícipes a Allah en la actualidad practican una idolatría más errónea aún que en tiempos anteriores, ya que los primeros Le asociaban copartícipes cuando las circunstancias les eran favorables, pero la abandonaban bajo circunstancias difíciles. Mientras que los idólatras en la actualidad Le asocian copartícipes tanto en circunstancias favorables como adversas. Dice Allah:
{Cuando se embarcan [y sienten temor], invocan a Allah rindiéndole culto sincero. Pero, en cuanto Él les salva llevándoles a tierra firme, Le asocian copartícipes nuevamente.} (29:65)
Que las bendiciones de Allah y la paz sean sobre Muhammad, su familia y compañeros.
[1] Dijo Ibn Kazír: “Es decir: os he creado para que me adoréis, pero no porque necesite de dicha adoración.”
[2] Nadie osa interceder ante Allah sin que este le haya concedido permiso, debido a su Majestad y Grandeza. Así también lo afirma el Hadíz que menciona la intercesión: “Iré donde el trono cayendo en prosternación, y rogaré lo que Allah permita que ruegue. Entonces me será dicho: “Ponte de pie, pide y se te dará, intercede y se te concederá.”
[3] Dijo Ibn Kazír: “Es decir: No os ordena que adoréis a nadie excepto a Allah, ya sea un profeta o un ángel. ¿Es que acaso iba a ordenaros la incredulidad siendo que sois musulmanes? Esto sólo es hecho por aquellos que predican la adoración de ídolos. Quien predica la adoración de otro que Allah predica la incredulidad. Los Profetas (P) invitan a la fe, la cual consiste en la adoración única de Allah, sin asociados, tal como dice Allah: {No hemos enviado mensajero antes de ti, sin que le hayamos revelado que no hay más dios que Yo, adoradme pues.}
[4] Transmitido por Tirmídhí. Los idólatras solían colgar sus armas en las ramas de un loto con la intención de obtener bendiciones, y los musulmanes que recientemente habían abrazado el Islam pensaron que dicha practica era válida en el Islam, por lo que pretendieron acercarse más a Allah, y no contradecir las enseñanzas del Profeta .
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